Los PIFs la formación bonificable de moda
En 2012 se cuatriplicaron los PIFs notificados con respecto al ejercicio 2011. A fecha de agosto de 2013, el número de permisos finalizados ya ha superado con creces a todo el 2012.
Entendemos como Permisos Individuales de Formación (PIFs) un tipo de formación bonificable e incluida dentro de la formación de demanda (art. 21 de la Orden TAS 2037/2007, de 27 de julio) por la cual una empresa se puede bonificar el coste salarial de las horas de ausencia de un trabajador a su puesto de trabajo por haber sido autorizado a la realización de una acción formativa reconocida mediante una acreditación oficial, como es el caso de la Formación Reglada (dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte), los Certificados de Profesionalidad pertenecientes al Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales (dependientes del Ministerio de Empleo y Seguridad Social) y otras acreditaciones oficiales (dependientes de otros ministerios o consejerías autonómicas).
Hasta el año 2011 los PIFs han pasado moderadamente desapercibidos, no siendo su tramitación un servicio ofertado de forma recurrente por las más de 6700 Entidades Organizadoras registradas en el sistema con formación notificada. Ese año, el 79,15 % de los permisos notificados (4596) fueron referentes a la categoría denominada Formación Reglada, según expuso D. Cecilio Jiménez en su ponencia durante el pasado XXV Congreso Nacional de Formación de CECAP.
En el año 2012 se produjo un gran incremento en el número de permisos notificados, pasando de 4.596 en 2011 a 19.196 en 2013; sin embargo, ese incremento no se vio correlacionado con un incremento proporcional en permisos de formación reglada, siendo la categoría de Otras Acreditaciones la que copó la mayoría de los PIFs notificados (el 76,30%). Este incremento exagerado en el número de permisos notificados dentro de los denominados carnés profesionales acreditados, tiene diversas explicaciones: un aumento en la difusión del modelo por parte de las diversas organizaciones y ponentes en seminarios y congresos (entre los que podemos culpar a un servidor), una oportunidad de comercialización de sus acreditaciones para un sector muy castigado con la crisis, como es el de las autoescuelas o más aún el de la construcción y, también digámoslo, una interpretación fraudulenta de la normativa realizada por ciertas entidades oportunistas que han encontrado en esta iniciativa y en el desconocimiento del público, una oportunidad para comercializar «pseudoformaciones» en unos tiempos de cambios normativos. Tal es el caso de aquellas entidades que han estado notificando permisos conducentes a la obtención de certificados de profesionalidad.
Debemos recordar que hasta la publicación de la RD 189/2013, de 15 de marzo, las entidades debidamente acreditadas en ciertos certificados de profesionalidad, sólamente podían impartirlos mediante convocatorias subvencionadas, ya fueran estatales o autonómicas. Este Real Decreto abre la vía de la iniciativa privada, pero corresponde a las Comunidades Autónomas el legislar el procedimiento, cuando la modalidad de impartición es presencial, y al SEPE, cuando se imparte en modalidad eLearning. Por tanto, ¿qué acreditación tienen estos permisos que ciertas entidades oportunistas están notificando?.
Por este motivo y por el crecimiento incontrolado que se están produciendo en las notificaciones, el SEPE ha puesto su punto de mira en las Entidades que notifican un amplio número de permisos, de forma que en palabras del Coordinador Nacional de Seguimiento del Servicio Público de Empleo Estatal, todos los permisos notificados en la categoría de certificados de profesionalidad van a ser auditados por el SEPE y la FTFE, para contrastar la existencia o no de fraude, responsabilizando, tanto a la empresa beneficiaria como a la entidad organizadora que lo ha notificado.
De forma paralela todos conocemos que el pasado verano se publicaron dos comunicados en la web de la Fundación Tripartita en los que se informaba que tanto los CAPs como las TPCs ya no se pueden notificar por esta vía si la empresa pertenece al sector del transporte o al sector de la construcción, respectivamente. Medida que frenará el rápido crecimiento que en 2013 ya lleva el número de permisos notificados.
Este tipo de «modas de malas práxis» no hacen nada más que dañar la imagen de un sector en el que existimos muchos profesionales altamente cualificados que disfrutamos con la honorable tarea de formar y transmitir nuestro saber a los demás.
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